domingo, 30 de diciembre de 2012

El cajón donde guardé la palabra "vivir"

"Las pérdidas siempre son positivas" Una de mis frases favoritas del gran libro "El mundo amarillo" de Albert Espinosa (el que recomiendo a todo aquel que este leyendo esto). Yo lo descubrí gracias a un buen amigo, Joel, al que mando un beso desde aquí. 
A lo largo de nuestra vida, nos enfrentamos a situaciones que nos hacen decir: "De esta no salgo", "No creo que pueda superarlo",... y barbaridades similares. Y todo ello porque olvidamos el porque, el porque llega la pérdida. Yo soy de las que cree en ese fenómeno al que llaman: destino. Y es que, si perdemos algo, probablemente es porque es necesario, es necesario para continuar nuestro camino. Sin darnos cuenta, poseemos algunas cosas, personas... que simplemente, no nos pertenecen. No son para nosotros, y tenemos que aceptarlo tarde o temprano. Cuidado, no estoy diciendo que tengamos que pensar que todo lo que perdemos a lo largo de la vida es peor que nosotros, o no sirve para nada, simplemente no es para nosotros.
Este es un pensamiento que cuesta mucho tiempo adquirir, y considero debe trabajarse reflexionando sobre nosotros mismos, sobre nuestra personalidad, nuestros deseos, nuestras inquietudes... 
A lo largo de este año que dejamos atrás, me he dado cuenta de la importancia de vivir, vivir despierto, soñando, deseando. Muchas personas olvidan que estamos aquí para disfrutar, para mantenernos despiertos, y no para dejar que nuestra vida pase por nosotros...sin hacer nada al respecto.
Señores, sueñen, y cumplan esos sueños. Si le apetece salga a la calle, pare el tráfico y comience a gritar y bailar sin que le importe nadie de su alrededor. Limpie su vieja guitarra y comience a recordar cada acorde, saque sus viejos tacones y baile como no lo hacía hace tantos años, invite a cenar a sus amigos, bese a su pareja... pero despierte, despierte de la apatía en la que se encuentra sumergido hace tanto tiempo.
Y es que... ¿Qué sería de una vida sin sueños? ¿Sin sueños que se hagan realidad? Personalmente, creo que esta en nuestras manos vivir, vivir para nosotros.



domingo, 13 de mayo de 2012

Mil años, mil tormentas, mil problemas...



Porque hay momentos en la vida que aunque pasen mil años, mil tormentas, mil problemas... nunca desaparecen. Quizás no los tengamos presentes día a día, pero siempre nos refugiamos en el consuelo de aquellos días que nos hacen recordar lo que vivimos, lo bonito que fue y lo que nos hizo sonreír. Y gracias a ellos, levantamos la cabeza, miramos al frente y podemos decir: Fue bonito mientras duró, y tuve la suerte de poder vivirlo. Con esa persona a la que, gracias al destino, hoy puedes llamar: amigo. Pero en el fondo sabes que siempre será esa persona especial, aquella con la que tanto compartiste y tanto te enseñó. Y aunque pasen mil años, mil tormentas, mil problemas... el recuerdo nadie podrá borrarlo. Los dos merecisteis vivirlo, aprendisteis mucho juntos, os hicisteis más fuertes, reísteis, amasteis, llorasteis... pero hoy día todo queda reducido a ese recuerdo que os une en vuestras reuniones y gracias al que hoy os tenéis ese cariño distinto al resto, un cariño de recuerdo, un cariño especial. Sentíos orgullosos, porque habéis vivido una época fabulosa, que nunca desaparezca el recuerdo de vosotros, y cuando lo veas piensa "Es él, y nada en el fondo ha cambiado". La situación es distinta, pero no olvides todo lo que le diste y te dio, sonríele como a aquel amigo que tanto aprecias y tanto te enseñó. Porque la vida sin recuerdo no es vida, y porque sin el recuerdo nadie sonreiría. Se feliz y disfruta de aquella persona que, ayer amaste como pareja y hoy amas como amigo. Aprende a valorar todo lo que la vida te brinde...!